8 de junio de 2011

A MI MUERTE

Antes no sabía lo que son las manos.¿Vas a creer?Veía a mi madre llorar por tragedias citadinas, tragedias cómicas para mi y nada más me quedaba viéndola con tristeza "pobre mamá tan chillona que tengo"tocando sus manos cálidas, resbalosas de jabón de trastes.
Ahora que tengo manos rasposas, comencé a sentir a los demás y sus texturas, palmas chaqueteras, palmas amantes, palmas pica piedras, palmas engarruñadas por el teclado de estas máquinas estandarizadoras de ideales. Toco al otro y se cuando miente, cuando me teme, cuando no quiere tocarme, cuando me odia, cuando me ama que no es tan seguido, cuando ha llorado, cuando trae pena, cuando le hacen falta.
¿Habrás de creer que hasta hablo contigo?¿Habrás de creer que algunos dicen que eres un túnel con luz al final? Que nadie ha vuelto de ti. Y te han negado más de cien veces, y han dicho: ni Dios lo quiera, tan solo de pensar en ti,esa bola de malagradecidos.
Y tú andas por ahí cortando hierba seca, con tu zarape a puntos.Andas deshierbando los campos sagrados, recorriendo a pata pelona las veredas lejanas y los caminos serpentinos alumbrados sobrenaturalmente, en esa línea blanca que corre alejándose. Andas tocando puertas o entrando sin avisar, andas pidiendo vasos con agua o besos para sentir el aliento de la vida mortal y liviana.
Quizás no te acuerdes de mi, pero yo de ti sí; eres el vivo retrato de mi cobardía, de mi masoquismo latente; tomas la forma de mis miedos, de mis negaciones desacertadas; eres mi desorden esquizoafectivo del que mucho presumo y me cuelgo en le pecho como escapulario del presagio, como mi eterno redentor hecho a imagen y semejanza de mi ignorancia; eres mi razón de penar, de buscarte en conceptos, en nociones, en percepciones, en lugares lejanos y cercanos. En charcos, en los ojos de las agujas.En las telarañas de los rincones, en el polvo de los libros con olor a tamarindos.
Eres mi razón de decir "ya ni modo""joder""carajo" eres el por qué "tengo mucho que hacer", antes de hacer algo que de verdad valga la pena distanciándote así de mi para que no pueda ver tu verdadera figura, los símbolos complejos para aprender a morir como se debe. Eres quien vino a mi muchas veces con disfraz de "muerte chiquita".
Eres el por qué nombro a Dios cuando soy ateo de hueso quebrantado, el por qué de las visitaciones de la tan renombrada y concurrida acompañante, la soledad, que últimamante ha sido vendedora líder de joyas de piel y osamenta  en los burdeles del quejoso.

5 comentarios:

Alandroide dijo...

Nada como sentir el rigor del trabajo en tus manos, porque así la sesibilidad se incrementa y sientes mejor a los demás.

Temo reconocer que dejé en el olvido tu correo, sin embargo prometo hacer algo con tus ositos!!
Sé feliz ;D

Ariadna Lira dijo...

Alan no se ni lo que hago, me agrada que me orientes.
Y mis ositos, sí mis ositos que salvaron la clase de fotografía con su humanidad, ojalá llegaran a tu planeta y se desariadnizaran que no les hizo nada bien.
Nos vemos en tu casa.

Adolfo Lira dijo...

"Ahora que tengo manos rasposas..." mejor que: "nadie aprende en cabeza ajena".

Leo Hernandez dijo...

No sabes como me encanta este estilo tan peculiar que tienes. ¡te gusta JJ Arreola? es hermosísima la composición que traes, porque armas oraciones tan hermosas en una prosa que resulta simplemente magistral. Si no has leido Leete con urgencia los cuentos de Confabulario, o lo que sea de Juan José Arreola, no maaa te vas a ver bien e identificada, y verás como La Prosa esta tan ligada con la poesía, que se confunden en fronteras borrosas: "Y tú andas por ahí cortando hierba seca, con tu zarape a puntos.Andas deshierbando los campos sagrados, recorriendo a pata pelona las veredas lejanas y los caminos serpentinos alumbrados sobrenaturalmente, en esa línea blanca que corre alejándose." Esa parte es de una belleza y una fuerza que ya te la estoy envidiando yo. Muy Bien Ari, Felicidades, una vez más lo hiciste :)

Vian dijo...

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