29 de diciembre de 2009

Y SI TU ME QUIERES YO TE QUIERO MÁS


Yo también me la pasé bien contigo, y si tú me quieres yo te quiero más
yo te quiero más
yo te quiero más


Había leído antes"adoré estar entre la vertiginosa frontera de tu cuerpo y tu alma"."No le digas a nadie" "¿Quien sabe a parte de tú y de mí?". "¿Sabe tu marido?""¿Tu mujer sospecha algo?"
Nunca "yo te quiero más", menos en invierno, mucho mucho menos en invierno.

Había escuchado antes "¿Crees que se dio cuenta?""Esto debe terminar, creo que te estas enamorando de mí...o yo de ti"
Nunca "Yo también me la pasé bien contigo", menos un grado bajo cero, mucho menos a esa temperatura.

Escuché antes "extraño tu huida después de almorzar,el tambaleante café con leche del olvido""no te vayas otra vez"parece que el tiempo se detuvo dentro de la habitación, no quiero salir, no quiero salir", pero nunca "yo te quiero más" y menos después de un vino matutino.

Supe de alguien que leyó antes "Estoy en mis clases de buceo, te amo mi vida, nos vemos en la noche"después de eso le dijo a su acompañante "Y la muy tarada no sabe nadar ¿Cómo la ves?"Pero nunca frente a la hoguera, "yo te quiero más".

Alguna vez olfateé algo tibio en las sábanas, una pareja muerta,lacerados de la cabeza a los pies... esas que van los martes por la mañana a los hoteles de paso,decían, "eso es morir de amor" ambos le dieron la bienvenida al adiós, pero nunca leí "la pasé bien contigo, yo te quiero más" ni siquiera en un hospital, jamás.

En su celular, menos en su celular...
Yo también me la pasé bien contigo, y si tú me quieres yo te quiero más
yo te quiero más
yo te quiero más


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"Peor Para El Sol"*


"-¿que adelantas sabiendo mi nombre?
cada noche tengo uno distinto
y, siguiendo la voz del instinto,
me lanzo a buscar...-
-imagino- preciosa -que un hombre-
-algo mas, un amante discreto
que se atreva a perderme el respeto...
¿no quieres probar?
vivo justo detrás de la esquina,
no me acuerdo si tengo marido,
si me quitas con arte el vestido
te invito a champán-
le solté al barman mil de propina,
apure la cerveza de un sorbo
(acertó quien "el templo del morbo"
le puso a este bar)
peor para el sol
que se mete a las siete en la cuna
del mar a roncar
mientras un servidor
le levanta la falda a la luna
al llegar al portal nos buscamos
como dos estudiantes en celo,
un piso antes del séptimo cielo
se abrió el ascensor...
nos sirvió para el ultimo gramo
el cristal de su foto de boda
no falto ni el desfile de moda
de ropa interior.
-"en mi casa no hay nada prohibido
pero no vayas a enamorarte,
con el alba tendrás que marcharte,
para no volver
olvidando que me has conocido
que una vez estuviste en mi cama...
hay caprichos de amor que una dama
no debe tener"-
peor para el sol
que se mete a las siete en la cuna
del mar a roncar
mientras un servidor
le levanta la falda a la luna.
-es mejor- le pedí -que te calles,
no me gusta invertir en quimeras,
me han traído hasta aquí tus caderas...
no tu corazón-
y después... ¿para que mas detalles?
ya sabéis... copas, risas, excesos,
¿como van a caber tantos besos
en una canción?
volví al bar a la noche siguiente
a brindar con su silla vacía,
me pedí una cerveza bien fría
y entonces no se
si soné o era suya la ardiente
voz que me iba diciendo al oído:
-"me moría de ganas, querido
de verte otra vez"
peor para el sol
que se mete a las siete en la cuna
del mar a roncar
mientras un servidor
le levanta la falda a la luna".

Artista: Joaquín Sabina Letras
Álbum: Física y Química
Año: 1992

16 de diciembre de 2009

YOUALLI



Este encierro de líneas efímeras
pasos de gente con rostros borrosos
el sol se ha vuelto mi aliado
para rehuir de la noche, de sus secretos.

Sí, es cierto que sus rayos dan vida,
que sus brazos, refugian de los cuchillos de frío,
sin embargo,soy de la noche,
de los mares interminables que se unen
en la esfera del cielo.

Sí, es cierto que el sol viste de turquesa también,
que la luna está trillada en versos de dolor,
que la aclamamos cuando nos embriaga la nostalgia;
pero soy de la noche y su furia de energía.

Soy de las calles intangibles y negras,
soy del paraíso de los perdidos, que nunca saben a donde van,
pero sí, de donde vienen.
Soy de la soledad apedreada por la vil felicidad
lapidada por sus hijos bastardos.

Soy mar,que se mueve con la luna
en la danza larga y sublime con los ojos de la noche
soy de carne, hueso y algo menos palpable...
soy de los ecos de voces de antaño que hablan a los árboles.

Mi hogar, son los huecos donde nadie quiere estar;
mis ojos son los abismos temibles, donde habitan las bestias,
donde se escapan los sueños que olvidamos.
Soy de los poemas tristes en los vinos más amargos.
La noche es mi vestido y la luna mi gema de gala.

Soy el lobo sin jauría,
la oveja extraviada que nunca saltó la cerca.
Soy de la tibieza de la noche joven y la frialdad de la madrugada
El sótano del barco con reservas para la tormenta,
el sótano del barco con reservas de agonía...

Soy del insomnio agazapado en la mente, de los ojos con arena,
de las almohadas de Poe,de los gruñidos de Bukowski.
Soy de los míticos infiernos de Alighieri
y de los veraces infiernos de la ciudad, del asfalto ardiendo...

Soy la que promete regresar y nunca vuelve,
la que lee en los rostros la noche y el día,
las estrellas son mi canto y el tecolote mi corazón.
los durmientes son mis sueños y el humear del espejo mi razón.

3 de noviembre de 2009

DOS BESOS



Dos besos nos robamos,como doce segundos dentro de una bolsa.
Tu piel dulce que ven estos ojos sin vergüenzas, que orilla a pecar, a saborear tu saliva como savia de maguey.El error en la pintura es que no creo en el pecado, sin embargo peco en desearte, en dormir en otro tiempo en tu cabello como los ojos de la noche, tu respiro.

Dos besos nada más para que vivas entre mis líneas sucias, entre mis líneas limpias. Ni noches de desbordante pasión de hojalata, ni miel en hojuelas, ni suspiros entrecortados, solo dos besos. No he bebido licor de tu ombligo,no has penetrado en el refugio de mi cuerpo, "donde van los marinos que quieren naufragar"*.No me has dicho ni el desolado te quiero de los hombres y mujeres ausentes de hoy, solo dos besos.

Tus manos de niño que quiero besar, que idealizo en las lunas menguantes. No me robas el sueño, no sufro por tu ausencia, ni acabaremos un día sentados en el comedor, con cafés amargos, como lágrimas de olvido.No te llamo para saber dónde estas,no te escribo cartas de amor.

Por dos besos te escapas en mis sueños de ojos cerrados,disfruto tu ausencia porque juego a a anhelar ese vino y pan de tu boca.Celebro sola el café de tus días lejanos y dulces.
Solo dos besos y supe de esa vaguedad de las explosiones de sudor y carne de sobra, de voces cortejantes al otro lado del teléfono que van y vienen, todas menos la tuya,de poeta sin tinta ni lápiz.

Dos besos, tocando los trazos finos de tu rostro, empañando tus ojos,sintiendo tu piel temblar con la mía, como estrellas parpadeando en la tierra, espejos del cielo.Gotas de aguamiel que se tatuaron en mis labios, y no estas ni estarás jamás; algunas penas nocturnas por dos besos,sueños húmedos por dos besos,también algunos cantos dementes por dos besos, estas mismas míseras letras por dos besos.

Lo que pudiera hacer con cuatro de tus besos, tal vez podría volar y estallar en mil pedazos.Emborracharme por completo e ir penando.


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CONTIGO (JOAQUÍN SABINA)Letra de la canción "Contigo" del disco "Yo, mí, me, contigo"

"Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.
Yo no quiero vecinas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.

Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud.
Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardín;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.
Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin ti.

No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas volvamos a empezar;
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.
Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí".


*JOAQUÍN SABINA

22 de septiembre de 2009

MUERTECITA


A Notahtzin Zipaktlli iuan Nonamiktli Zipaktli

Somos tan pequeños, tan diminutos
frágiles como dientes de león
canciones de dolor y amor que se acaban
para dar paso a nuevas notas y letras de colores.

Que muertecita aquella estar en tus brazos
que muerte cuando me arrancas de tu pecho
como flor seca ya marchita
que muerte la que soy y la que es.

Somos cuerpos a veces pesados y a veces ligeros
que cuando nos vamos se desvanecen lentamente
pero la voz se queda para siempre, aún cuando nos vamos
en tu tierra del corazón en tu tierra labrada.

La muerte es igual a ti mismo
no luz ni sombra, afuera ni adentro...arriba
ni ángeles ni demonios, tu mismo te llevas
el cuerpo se hace más pequeño, y tú más grande.

Las mariposas llevan parte de todos
los ríos cantos de muertos, las semillas
la flor de campo tu aroma, tu luz y forma
y si te vas o me voy cantaremos la vida
como la muerte lo hace
que es la voz que se queda para siempre, aún cuando nos vamos
en tu tierra del corazón en tu tierra labrada.


"Corto realizado en Calavera Films®. Calavera Films® es un estudio de animacion que produce cortometrajes, comerciales y todo tipo de proyectos animados con diferentes técnicas: stop motion, plastilina, 2D y 3D."

ANTESALA DE LA MUERTE


Habitualmente morimos. Morimos como respiramos, unos inhalan y otrs exhalan para siempre.Morimos diario, nuestra cama es el lecho mortal y algunos tantos nunca despiertan.

Antes y para algunos ahora, el lecho era el petate y enrollado en él te enterraban y si te iba mejor te lanzaban al vacío.Hoy no cabes en los panteones porque ya ni morirse en paz uno puede, hay sobrecupo de muertos.Dicen que el mexicano se ríe de la muerte pero es mentira, ni los abuelos autóctonos ni aún la gente "moderna"se ríe de ello,al menos yo nunca he presenciado un velorio en le que alguien se esté carcajenado.O cuando alguien esté en riesgo de muerte, ¿Se imaginan por ejemplo a la bola de gente del metro Balderas diciéndole a Luis Felipe Hernández "a que no me daas"a que no me daas"?¿O a alguno de ellos burlándose de los muertos o los heridos?.En definitiva no nos reímos de la muerte.

Aunque más bien de lo que nos burlamos es de la vida, pero de esa ingrata no hablaré ahora, prefiero quedar bien con a la muerte.

Muchos dicen que morirse es seguir la luz, salir del cuerpo,llegar a las puertas del cielo o el infierno,desdoblarte y ver tu alrededor incluyendo tu cuerpo inherte, un fin con preámbulo de película con los momentos más felices de tu vida e infinidad de afirmaciones. Se dice que nadie ha regresado para contarlo y como decimos los mexicanos "más o menos" es verdad.

Sea como sea la muerte lo que une a tantas opiniones siempre es la incógnita de si es el fin o un nuevo principio, los mexicanos indígenas y la mayoría de los mestizos enchulamos con vida a la muerte, ofrendamos a los que se fueron de manera simbólica porque repetimos lo que los ancestros enseñaban sobre la muerte, conscientemente le quitamos significado pero el significante permanece conservando la sabiduría enfrascada en ello.

Aquí una idea vaga sobre la muertecita para que tu te preguntes y respondas a ti mismo,camines por la vida y en vez de pedir que no muera la gente que amas antes que tú, no sufrir ese duelo mortal o no morir con dolor,vivas trabajando para una muerte digna, la paz contigo para que el día que un ser amado se marche no muera y si tú te vas tampoco mueras.

9 de septiembre de 2009

EN SÓTANO

No tengo sótano pero suen bien ese título '¿no? suena muy lejos del folklore del mexicano,creo que su símil acá para la gente como yo,es el chiquero,el chacharero o algún lugar donde se deja aglomerado infinidad de objetos y recuerdos.Me encontré esto de unos años atras.


MI TÍO VICENTE

Mi tío se llamaba también Vicente, él tenía mucho frío en los ojos y siempre se preguntaba ¿Cuánta soledad puede caber en dos puños? Pensaba yo siendo infante si a caso la soledad era parecida al arroz, o si Soledad era una señora similar a Doña Rosa, con esas piernas muy largas, una piel blanca como la ausencia y esos ojos que no se le alcanzaban a ver desde donde estábamos los otros niños y yo, desde abajo dirían los adultos, desde arriba digo yo ahora.

No se dónde, cuando o cómo nació mi tío, solo lo vi ahí, solo se que habría muchas poesías entre su cabello, entre sus manos y entre la estela que dejó su vida. Yo no las conozco, pero me gusta imaginar que es así. A veces cuando he ido a visitar a mi tía Leonor, me gusta robarle de la mirada, unas cuantas estrofas de mi tío que aún habitan en esa mirada que todavía lo ama; como ladrona me marcho, como ladrona me quedo.

No se dónde, cuándo o como nació mi tío Vicente, pero sí se dónde, cuándo y cómo nació Vicente Huidobro.

“Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo;
nací en el Equinoccio, bajo las hortensias y los aeroplanos del
calor. Tenía yo un profundo mirar de pichón, de túnel y de
automóvil sentimental…”

Sigo su poesía como sigo la de mi tío Vicente, mi tío la llevaba arrastrando entre los pies, Huidobro la arroja como diamantina al cielo y luego, se forman más estrellas, o charcos o valles o cualquier cosa que no estuviera aún ahí.

"Los verdaderos poemas son incendios. La poesía se propaga por
todas partes, iluminando sus consumaciones con estremecimientos de
placer o de agonía."
"Se debe escribir en una lengua que no sea materna."
"Los cuatro puntos cardinales son tres: el sur y el norte."
"Un poema es una cosa que será."
"Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser."
"Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser."
"Huye del sublime externo, si no quieres morir aplastado por el
viento."
"Si yo no hiciera al menos una locura por año, me volvería loco."

Me encierro en mi cuarto y trato de olvidar a los Vicentes, no quiero saber nada de su maldita poesía, no quiero pensar, quiero evadir la realidad con la irrealidad de los noticieros, con la irrealidad del olor a comida, de los pasos de los vecinos. No quiero saber nada del creacionismo del Vicente de los reproches, ni del Surrealismo que se saborea Joel después de una copa de vino o de abismo, ni del andar del universo ni nada…A lo lejos una buena música se deja oír, luego se escucha, después se mete por mi ventana y me acaricia: Los tres de Chile…”Déjate caer” ”…Consuélame otra vez porque no pienso volver, vuelve a creer, la vida es imprecisa déjate caer…” ¡Otra vez Vicente vuelve a posesionarse de mí! ¡Otra vez Joel!
Vicente exclama: “La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú quieres creer.
Vamos cayendo, cayendo de nuestro cenit a nuestro nadir y dejamos
el aire manchado de sangre para que se envenenen los que vengan
mañana a respirarlo.
Adentro de ti mismo, fuera de ti mismo, caerás del cenit al nadir
porque ése es tu destino, tu miserable destino. Y mientras de más
alto caigas, más alto será el rebote, más larga tu duración en la
memoria de la piedra. Hemos saltado del vientre de nuestra madre o
del borde de una estrella y vamos cayendo…”
Los Tres de Chile lo han traído de vuelta, su canción lleva presente algo mágico, el Altazor de Huidobro, con mágicas guitarras.
Mi cabeza es una maldita locura, la poesía la bendice, la vida misma, tú. No puedo hacerle el amor al olvido.
“…¿Qué sería la vida si no hubieras nacido?...”La poesía soy yo, es Huidobro, es la vida, es mi tío Vicente, son las lágrimas de Joel.
”…Si tú murieras
Las estrellas a pesar de su lámpara encendida
Perderían el camino
¿Qué sería del universo?”
¿Qué sería del mundo sin mi tía Leonor? Los poemas de mi tío Vicente terminarían de marcharse a donde nacen las estrellas.
“Ella llevaba una camisa ardiente
Ella tenía ojos de adormecedora de mares” Ella de Huidobro, ella de mi tío Vicente tienen los ojos tan inmensos y profundos
“Ella había escondido un sueño en un armario oscuro
Ella había encontrado un muerto en medio de su cabeza” Leonor escondió también su sueño, también encontró un muerto, no solo en medio de su cabeza, sino de su corazón. Vicente y mi tío Vicente están muertos, pero su corazón late uno a través de las letras y el otro a través de los ojos de Leonor.

Huidobro emigró a buscar la vanguardia europea, cruzó las fronteras de otras mentes malditas (como las de los surrealistas Guillaume Apollinaire y Pierre Reverdy,) a pesar de ello Huidobro pronto se escapó de los postulados surrealistas, e hizo brotar la flor del creacionismo, en la que situaba al creador artístico a la altura de un demiurgo capaz de dar a su creación un aliento vital tan poderoso que se podría comparar, incluso, con las creaciones de la propia Naturaleza.

Mi tío Vicente emigró para huir de la vanguardia citadina, cruzó las barreras de otras mentes para apoyar y estar cerca de las mentes sabias de los indígenas y para enamorarse de por quien sigue presente.

Vicente Huidobro regresó a morir a Chile, tierra que merecía ser reconocida por dar frutos como el que huyó para regresar a morir frente al mar de esa humilde y adolorida Nación. Huidobro sabía lo que tenía en su naturaleza, la capacidad de crear nuevas dimensiones con sus palabras, que florecían de maneras inimaginables, por ello era soberbio “El poeta es un pequeño Dios”

Vicente y Vicente, cual de ellos dejará de provocarme esas ganas de seguir robándoles lo mucho que nos pueden legar, uno con sus universos y el otro con ese amor inmortal, dicen los adultos que uno de ellos está enterrado en Chile y el otro en Tolimán Querétaro, yo digo que están enterrados en el vagabundo cielo, sin fronteras, con el tiempo fuera de su jaula de cristal y arena, libres eternamente y con la gloria de seguir dibujando nuevas galaxias.

“Si yo sólo pudiera hacer, una locura en la vida, esa sería volverme loco”
(Vicente, Vicente, Ariadna)

15 de agosto de 2009

DUALIDAD

He de decirte que nunca mis líneas son para uno solo, esta vez son para ti solo para ti porque desde que recuerdo ese recinto que es tu pecho es el mejor lugar para morir. Nunca acepté la felicidad tan resignadamente, es aburrida y somera, nunca busqué la felicidad a tu lado porque los límites de tus dedos aguerridos son más que una corriente y contradictoria comodidad humana.

Cuántos versos dedicados al amor, palabras que nos remiten al gran latido de la vida, a la vertiginosa luz que sube y baja, y como movimiento constante nos arrebata y nos trae. Así eres tú. No te quiero porque se quiere para uno mismo. El ave preciosa en le cielo deseada para mantenerla en la voraz jaula, sin piedad, para contemplar las bellas plumas y el insufrible egoísmo al escuchar el canto celado.

Canto ave adolorida, cansada, de réplica de la agonía, que creemos que es bello, pero es doliente, lastimero y sin honor.

Tú eres ave que miro cerca y lejos, que canta entre ramas con fervor, con éxtasis. Por eso no te quiero, sin embargo, mientras el aleteo se acerca anhelo el vaivén del viento de tus alas, el canto que se contesta en mi corazón, como eco de tambores borrascosos ya apenas perceptibles.

El amor es un “espejo enterrado” si te digo que te amo, que sin ti me muero no estoy diciendo algo. Solamente que te quiero y eso no vale, es piedra sin pulir, semilla sin nacer, es gritar a la montaña y escucharme a mi mismo. El amor es espejo, pero no el de Narciso, ese claro que deja ver mi rostro que hace que busque mis facciones y las replique en mi pareja. Cuando solo uno ama es solamente dolor. Es entonces el verdadero piedra de obsidiana que me deja ver del otro lado, mirar tu rostro y más allá.

Eres llanto de nacimiento y de velorio, eres el lejano mozo de mi infancia, mis almas girando y palpitando. Enterrado en mi corazón pues aunque diga palabras que el viento se lleva, aunque mire a otras aves, o ame a la mar o a las dunas, al monte o al río, sigue el espejo sepultado en mi corazón, y no vale si no se refleja por tu voluntad. El amor es cuando en el espejo de obsidiana te miro con amor y tú replicas mi mirar en tus ojos y entonces ninguna palabra hay para eso.

Enterrado como semilla que ha de morir para dar vida. Yaces ahí igual que el cosmos en le hombre y el hombre para el cosmos, el amor está y existe cuando se refleja. Es dolor y amor, como estrella latiendo a los humildes ojos del hombre se ve encoger su luminosidad y crecer, como amarte. Pero cerca en otro tiempo y lugar crece infrenablemente, como el sol, hasta estallar igual que el universo, muere para volver a nacer en otra forma y existencia.
Por eso moza te miré hombre, y mujer te miro hoy. No vale el tiempo hasta que nos encontramos con los ojos y nuestro amor se reflejó así. Y enterrado permaneces en mí y yo en ti y el copal arde, aunque llueva o el viento lo arrastre a su lugar en el mundo.
Esto son solo palabras,fragmento diminuto que puedo ver incrustado en tus pupilas, lo que veras en las mías.Esto son solo palabras,pero a la vez son más que eso.

ENAMORARSE Y NO
MARIO BENEDETTI
“Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo.”

NOTLAZOHTLA

"Notlazohtla ichpoxochitl,
in citlalin titlachia
ihcuac quin ye tlanexti,
tepetzallan tlanexia
Ximocuiti, ica melahuac
ica melahuac nimitztlazohtla,
inhuac quin ye tlanexti,
tepetzallan tlanextia."

Amada mía, flor doncella,
la estrella contemplas
cuando ya amanece
entre los cerros brilla.
Hazla tuya, porque en verdad,
en verdad, yo te amo,
cuando amanece
entre los cerros brilla

4 de agosto de 2009

MACUILXOCHITL



A la pequeña Macuilxochitl Arellano

Este mundo no es como lo vemos, parece la casa de los espejos de la feria. Como cuando le preguntas a mamá ¿Qué tienes? ¿Por qué lloras? Y te dice que nada, que tal vez sea polvo que le entró en los ojos, y ves sus ojitos tristes y no le crees pero sabes que es mamá, que estará bien y que seguramente tiene razón, aunque en tu corazón se siente un huequito que te hace sentir raro.
Macuilxochitl tiene la mirada de su padre y la sonrisa de su madre, pero algo hay en sus andar que no es de este mundo, ni de este tiempo. Los grandes dicen que las cosas son de un tamaño o que deben ser de tal o cual forma, pero ella finge entenderlo, sin embargo sabe de las extrañas formas que salen de las cosas, como diminutas viboritas; siente que al ver las estrellas mira a un espejo y que si toca su rostro entonces toca una estrella.
La niña sabe como complacer al mundo, es su naturaleza y sin correr el riesgo de ser belleza de flor de maceta se resiste a ser limitada, ella es flor de campo, flor que vive y muere cambiando de lugar de aquí a allá. No en esta vida ni en ninguna, no Macuilxochitl encerrada.
Llora la niña cerca de un árbol, entre la gran ciudad gris y sobria, entonces llega Xochipilli y le limpia con sus manitas las lágrimas que son pétalos de flor. La niña lo mira con amor, sabe que algo ha de cambiar, se arroja sus brazos y él levanta las manos y llama a ehecatl el viento que suave llega a ambos. Como una liviana parte de diente de león Macuilxochitl se hace pequeña, diminuta y se va a todos los campos, a todo le mundo a danzar y regarse por los llanos, incluso por los desiertos, se posa en los cactus y en el agua. Anda entonces la niña por el mundo y desde entonces siempre canta, siempre danza y enseña a los hombres las artes que hacen las lágrimas o la alegría transformarse en réplica del cosmos, porque el corazón el hombre mismo es una nota de el canto del universo.

CANTO DE MACUILXOCHITZIN

"Elevo mis cantos,
Yo, Macuilxóchitl,
con ellos alegro al Dador de la vida,
¡comience la danza!

¿Adónde de algún modo se existe.
a la casa de El
se llevan los cantos?
¿O sólo aquí
están vuestras flores?,
¡comience la danza!..."

16 de junio de 2009

EL HOMBRE QUE QUISO SER

Para Don Arellano

Yacía fino el olor a sangre, en el fogón aún quedaban chispas debajo de las ollas que contenían manjares de los hombres y mujeres de ayer, que eran simplezas directas de la tierra bien elaboradas y que precisamente por su sencillez, la dedicación y el fulgor de las mujeres que lo preparaban eran el toque que despertaba la voracidad y el hambre de los que cansados llegaban después de duras jornadas a comer, en un éxtasis de maíz…la armonía de las palmas de las dueñas del fuego en el centro…palmas, recreación del origen, en laguna forma es saciar algo añejo algo que era un vacío.

El jacal en ruina…no precisamente por el desorden del interior, ollas rotas, nidos desvanecidos, más bien por la ausencia de los moradores, y como ese recinto todos los demás, por allá en la lejanía algún llanto de niños perdidos, algún gemido desgarrador, algún grillo que aun se limitaba a chirriar, hasta los animales sabían del luto, esa luna llena el lobo se limito a permanecer erguido en silencio como si existiera una comunión con el lugar y los recientes que ya se habían ido a algún lugar.

De la noche salió él en la noche se fue. Reposaba con el cabello mojado sobe sus manos, no de agua, no de lluvia añorando el olor a yerba de mayo, cuando corría entre las veredas a ver los encantos de la tarde…y ahora sus veredas eran laberintos y los encantos un aroma añejo a polvo de vida…vio como todos se fueron… sintiendo un punzón en la garganta que dibujaba siluetas de adiós, él no conocía el adiós, no en su pueblo porque nunca fue tragedia partir, siempre era voluntad del que se iba y alegría de los que se quedaban de saber que aquel caminante iba trotando por el mundo yendo hacia sí mismo. Ahora no, no esta vez.

Nunca antes había sentido esa cualidad de hombre, eso que le dictaba su simple naturaleza, se dejó caer en el lodo de los caminos revueltos entre la sangre de todos, con el punzón en la garganta. Jamás quiso ser un hombre común y esa noche era el hombre más común de todos incluso sus vísceras se sentían tan humanas, su llanto como río por la piel el que tanto temió derramar cuando niño y hoy corría libremente.

Anhelaba de nuevo los brazos de Quetzalziuatl aquella mujer que dejó una tarde sin motivo alguno, parecía muy seguro pero en realidad ni él sabía por qué…si ahora sus ojos eran los que le daban un poco de alivio, y sus cabello en el que se podía nadar como en sueño, esos cielos de media esfera de los años mozos…su cintura.

Permanecía ahí intacto del cuerpo y destrozado del corazón, no supo como seguir siendo fuego sin extinguirse. Ahí quieto lloró por los niños, por los ancianos portadores de templanza hasta en el momento del golpe fatal; lloró por las mujeres, guerreras de todos los tiempos, por Quetzalzihuatl

Por qué él no había podido morir con ellos, por qué había huido como un conejo atemorizado durante toda su vida, ahora que hacía el recuento sabía que nunca fue maestro, que seguía siendo un aprendiz y que todos aquellos a los que se enfrentó siempre le vieron con paciencia, a pesar de su orgullo mal infundado.

Qua afortunado fue al ser aceptado así. Y esa triste noche se dio cuenta, y el punzón raspaba más su garganta. Arriba sobre un umbral de rocas llegaba el tecolote y se miraron fijamente, sencillamente y a la vez de una manera sobrenatural ambos se incorporaron y quedaron completamente erguidos, los dos sin olvidar esa grandeza de todos los seres vivos, ahí frente a frente él pensaba en los elementos más simples de su persona, en la dignidad, en la lucha, en el duro trabajo que se acaba cuando se debe morir…con templanza como aquellos viejos y viejas de rostro surcado y seco como la tierra que ya dio todo de su vientre.

Un parpadeo, dejo de ver al ave…se desplomó sobre la suave hierba. Abrió los ojos y entero se incorporó, tomó el arco y en furia de corazón salió a batalla. Esa noche todos pelearon igual, se entregaron, por sus brazos de sol muchas familias lograron irse, lejos a sus montañas, donde eran resguardados por celosas formas y vidas desconocidas para el invasor.

Ahí sin sentir el cansancio siquiera, ni la sangre que lo pintaba de guerra… parpadeó… una espada en la garganta, a comparación del antiguo punzón la espada era ligera, casi imperceptible…la sangre de la garganta...miró a los ojos a su enemigo, aquel barbado no lo olvidaría esos ojos de tecolote hasta el día de su muerte.Un aleteo, De la noche salió él, en la noche se fue, cuenta un anciano allá por la sierra del hombre que se convirtió en lechuza.

28 de mayo de 2009

TIJERAS

Otra tarde que pasa a prisa…hace apenas solía caminar descalza por entre la tierra a visitar a los árboles vagando sin destino a la deriva, recostada a sus pies mirándolos mover sus brazos al viento, escuchando su crujir como charlas intensas.

Me ofendía el hecho de que alguien me preguntara cuales eran mis metas, que frase tan asquerosa y trillada, que afán del hombre por saberse dueño del tiempo y la vida misma y sin embargo es un requisito para ser aceptable y conveniente en las profesiones, en las escuelas, en las amistades, en lo amores coherentes.

La escuela era un pila de concreto sin alineación…un recinto cuyo pútrido olor agobiaba los sentidos, uno que otro poeta dando clase, alguna eminencia, algún sinvergüenza, un usurpador, un fanfarrón, un depravado, un mal cogido… y otros cuyo camino los había dejado abandonados a su suerte enfrente de un grupo de mozos queriendo ser grandes…algunos se esforzaban por abrir brechas en nosotros, otros se habían resignado ya a dejar que la sociedad nos devorara, que nuestro idealismo quedara en mero olvido…que fuéramos un producto consumible más en el gran mercado de almas vendidos al mejor postor.

No debiera ser tan cruel al hablar del lugar donde pasé los últimos años de mi vida…también había momentos de romance, de épicas historias, tomentos…soledades. Lo que más amé fueron los soles olvidados, las huídas a sus brazos agudos cuando vestido de oro o incluso plata me juraba amor…algunas veces herido con sangre a flor de piel seguía su jornada momentos antes de finalizar la batalla, se iba para al fin dejarme y volver a nacer…mientras yo esperaba a alguien más.

No se cuantas horas pasé en aquel valle o estepa o no se que rayos era mirándola sobre mí… aun con los ojos cerrados la amé, la vi desmembrarse... y mi cuerpo dejó de ser hasta que era tiempo de seguir mi camino. Días etéreos, a tal grado que no se cómo llegué aquí, no se cómo pude salir del colegio…por qué no fui a parar a un manicomio, quizás hubiera sido más normal llegar ahí porque allá suelen mandar a algunos que aman también a lo intangible…muchos muchos…
Para el hombre occidental solo el hombre es válido, todo gira a su entorno, todo es sobre él a su beneficio a su incapacidad de adaptarse sin destruir. No nos dejan otro camino, no nos enseñan a romper sin devastar.
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Y ahora tú…estas al pie de mi cama por quinta ocasión…leal a una promesa que nunca me hiciste…no puedes ser ya hombre…no conozco tu lenguaje, no hace falta…tu mirada rebasa mis párpados cerrados y pese a que nunca te pedí estar aquí…pero sabes que mis palabras son sinceras, que yo solo miento cuando callo una verdad…tal vez eso sea…no creo merecer la eternidad de tu mirada…cualquiera diría que eres un sueño, no lo eres estoy cierta, me levanto y sigues ahí, recuerdo a mi tiita que nos enseñó a poner unas tijeras abiertas en la puerta para resguardarnos del “mal”…lo hago, te traiciono por mi condición irremediable de humana …quiero que te vayas porque no valgo tu presencia…tú no lo crees… sigues ahí.
Quiero que te largues pero reconozco en la obscuridad ondulante esos ojos…otra vez tú…quisiera hundirme en ellos, plasmarlos en mi pecho...cierro los ojos…estas sábanas se hacen rasposas, mi cuerpo se estremece…te doy la espalda, mi pierna derecha se eriza al sentirte cerca.
Te colocas justo sobre las tijeras como la luna en el centro…se que no eres el mal, en todo caso soy peor que tú…tú sin en cambio eres sereno, apacible como para dormir en tu regazo perpetuamente, no podre jamás tocarte…te quedas de pie, firme, insurrecto a mi voluntad mientras mis párpados caen y al final caigo en un olvidable sueño.

18 de febrero de 2009

FÁTIMA


Fátima como la misma virgen, tonantzin, isis, venus. Como sombra de verano tan prodigiosa y poco concebible cual hada en plena mesoamérica.

No es fácil existir si te la pasas sufriendo por dolores que aún no son tuyos. Fátima un día tuvo las manos como las princesas, al acariciar los pétalos de las rosas parecía que eran los botones la continuación de sus frágiles dedos y así seguía la extensión del universo cumpliendo su misión interminable de crecer.

Un día sentía la joven las emociones y cosquilleos que provocan las hormonas. Fue víctima de las palabras de los que hablan con pericia ansiosos por exprimir las dulces fresas de su boca y además de las desilusiones que trae consigo el preferir las fantasías y los mundos existentes lejos de la sexualidad. Todo al que rechazaba por querer amarle en mundos fuera de la tierra, osaba retirar su dulzura y a cambio desplegaba el inminente desdeño.

¡Oh Fátima tan desdichada flor de los campos de la muerte! como un xempoalxochitl con aroma de otro mudo,a sin palabras, a manos de Mictlantecutli y a lo sobrehumano. Vendida al por mayor en el desvalorado mercado de lo tradicional; lo que la gente teme y los gelatinosos ojos impiden percibir, desairada por los que no conocen el idioma del viento.

Caminaba pues por los andares de la juventud perdida entre la mezclilla y los acordes baratos. Bebía en honor a cualquiera, no por puta, en realidad era por que Fa siempre fue devoradora de humanos. ¡Si tu abuela hubiera escuchado esto ya habría echado agua bendita por toda la casa! Sin embargo hoy es precisamente hoy y ni tu abuela ni el agua bendita habitan ya por los rincones.

Devoraba ella corazones lentamente como el más puro de los manjares, delicioso y excelso como el mejor orgasmo que hallas tenido, todos y cada uno era una sacralizad inmemorial más allá de todo lo existente.

Gota a gota derramaba el corazón aún más delicioso cuando era robado, cuando de entre los labios de la víctima brotaban trozos del fibroso órgano. Algunas veces Se iba iracundo y ella se quedaba con un fragmento de su víctima en las palmas no aquí ni en ningún lugar.

Mentiría si te dijera que Fa tenía el corazón intacto. En algunas batallas le fueron arrancados trozos irrecuperables, no obstante, así es la batalla, si ganas tienes que perder algo. Así es esto, cuando el sufrimiento es parte de ti como la más valiosa de las medicinas ni siquiera la insulsa felicidad puede intervenir.

Así fue saciando su hambre, así buscando el alivio de su dolor interminable que se acrecentaba al ser arrancada del cielo una y otra vez. Al ser ataviada por su collar de bellas piedras que para otros como en algún tiempo, eran solo piedras y no oro.

La virgen sin himen quería ser como Midas, pero a diferencia de éste, ella buscaba convertir todo en piedra. Recrear la vida e inmortalizarla el núcleo de la tierra misma.

Que los corazones de los hombres fueran un día junto al de ella en algún lugar parte de todo, formando algo intangible.

Caminaba un día de tantos entre las serpentinas calles, llegaba a una esquina y recorría mares de autos. Se lo encontró de nuevo y como años antes en un abrazo se cruzaron los tiempos. Fa recordaba el sabor agridulce de su corazón y quiso probarlo otra vez. Él añoró que lo robaran, que le arrancaran la esencia. Estaba cansado de fingir, de tomar siempre lo que le ofrecieran o lo que podía y marcharse sin mirar atrás.

Él ya no quería saber nada de vaginas sin rostro o de rostros sin vaginas. No quería ya la cerveza con limón y charlas que se olvidan. No quería promesas, ni prisas ni besos gratis.

Los dos respiraron y caminaron juntos pero cada quien con su letargo. Envueltos en horas prolongadas, los pétalos de Fátima fueron cayendo. Él se conformó con comprar más cervezas los viernes y llegar todavía borracho los sábados a su despreciable trabajo. Ahora sí pagaba los besos y las charlas nunca las olvidaba el cantinero.

Fátima seguía soñando, me recuerda a tu madre cuando se queda viendo por la ventana hacia algún tiempo y sus ojos se rasan de lágrimas inútiles que son las que más queman. Sus manos parecían dos ramas de pirúl que libraban de todo mal o penumbra.

Después la virgen ya no comía. Delgada con sus mejillas frías y su pecho tibio el corazón mantenía el palpitar severo y su apetito salvaje de juventud quedó plasmado en sus pupilas celestiales. Fátima tenía sed y el agua ya se había terminado.

La vieja Fa.

Fátima es bella otra vez. Dejó ya de alimentarse con corazones de hombres. Su cabellera sigue larga y negra opacada por la tierra. Sus manos parecen de marfil. A veces muy por encima de su cuerpo a plena luz de día un anciano le lleva flores y rara la vez le regala perlas de sus ojos; el día de muertos en ofrenda le deja trozos de corazón.

1 de febrero de 2009

ALIENTO



Uno, tal vez dos. Incierta es la mente del hombre, animal renegado, hijo consentido de la tierra y el amor.
Desdicha, arrebato de la dicha ¿por quién? Por la impertinencia misma del tan aclamado hombre, del que se ha otorgado a si mismo la autoría de todo. La aurora intangible de las alas tan del águila no tiene derechos de autor.
Los secretos de los cerros no tienen lenguaje, la lechuza de la noche también siente a los astros refugiarse en las pupilas.
Tiempo, uno e infinito a la vez, latir de todos y de ninguno. Verdad, imparcialidad perpetua. Mentira, invento del hombre.
Término, inicio de todo. Música parto interminable, fecundidad del todo.
Zapatillas, Santa inquisición gritos que no acaban, sangre respirada y exhalada. Don Sóstenes, dulces amargos como el recuerdo. Jardín muerto, flores que sobreviven de manos sepultadas. Teposán el rocío de la infancia.
Manos secas, luna siempre. Jugar en la arena. Voces de las tormentas. Miedo. Soledad en compañía. El abuelo.
¿Tienes cigarros? Lobos y sus viejos discursos. Cuentos añejos, historias como telarañas en el techo, que relata, que tiene caminos hondos e impalpables.
Ojos que mienten y les crees. Lo sabes, lo pagas sin monedas en los bolsillos. Pagas algo que no quieres comprar. Un peso de chicles, un peso de marihuana, de cocaína.
Manos pegajosas, algodón de azúcar. Mareo, estoy perdido, su cabello. Enredo.
Papel mojado. El fondo. El televisor, créditos. Mamá se ha ido, me voy años adelante. Tú vestido de negro. Flores horribles. Quiero una rosa, quiero la muerte, ja, pero ella no me quiere a mí. Desdeño. Odio sus ojos verdes. Amo el bronce, el amate y al sol.
No al pasar sin despedirse. Faldas cortas. Rodillas raspadas. El danzar de los ancianos en el espacio ajeno y el tiempo ideal.
Ataúd gris que no elegí. Olor a cáncer. Las discusiones de las arañas. Tengo sueño.

PRIMERA ADVERTENCIA

La primera advertencia resulta inútil, es como una invitación a seguir, precisamente está hecha para provocarnos a navegar sobre el mismo destino.
Si no nos atrviéramos a romper en pedazos las advertencias el hombre estaría extinto.

Bienvenidos sean a un fragmento de algo amorfo, tal vez sin sentido, que existe en el momento en que las letras aparecen una a lado de la otra y unen ideas volátiles, frágiles que destruyen cosas como reacción en cadena.

Todos de alguna manera buscamos ser escuchados, esto es lo que quieras que sea; hay demasiadas cosas para un cerebro, a ti que no quieres despertar de sueños y pesadillas, a ti que velas por las noches algo que ni siquiera existe.