
http://www.flickr.com/photos/jurel/
Tu sonrisa me hace mirarte como si fuera niña
navegar en espejos de obsidiana
tu piel es la cuenta de lo precioso, de lo dorado.
Desde la orilla del camino te miro
te veo pasar como un adorable extraño
solo te veo pasar, como los días el calendario
y no lloro y no aclamo
no deidifico,no maldigo
no idolatro,no grito
sueños tampoco.
Mi corazón con Mictlantecuhtli latiendo, su cráneo
me rige, supera las barreras del entendimiento
me hace renacer en ti, sin necesidad de ser terrenal.
Las piedras de tus brazos son la fuerza incontenible
del latir de la vida, del arder del fuego
de la frescura de la lluvia en tus ojos evaporándose.
Sabes a mar de invierno.
Sabes a brasas oníricas, a crujir de hojas secas en otoño.
Sabes a mi intento de verso siendo luz incontenible en letras.
Eres como Tonatiuh el sol cuando nos abraza de mañana
cómo se va a morir después de la batalla, en plata o en oro.
Vientre de roca,pecho de algodón cubierto de jade.
Eres como Coyolxauhqui, nuestra luna Metztli.
Te desmiembras ante mis ojos que te atraviesan como flechas
y me atraviesas, partes mis venas a tajos
escarbas en mi interior y encuentras mascaritas de obsidiana
imágenes de otros lugares, de otros tiempos
de alegorías entretejidas
yaces tras mi quietud como pluma preciada,
como una fotografía eterna de un suspiro.