20 de junio de 2012

Zen Ce

Pasé tanto tiempo queriéndote soñar
que el día que llegaste, tocaste mi hombro y preguntaste la hora
bajo un sol a medio cielo eso me enfureció,
la obviedad y  la neblina me hicieron olvidarte,
olvidar todo el tiempo queriéndote soñar
entre los vientos anacrónicos.

Pasé tanto tiempo adelantando el reloj
que olvidé la hora de recibirte en la puerta
olvidé que no tienes faz, me extravié en los tic tac
aun así, la memoria real sabe quien eres
mientras constantemente pases cerca y no te recuerde;
y es que pasé tanto tiempo queriéndote soñar,
que yo pregunto la hora a medio día.

3 comentarios:

Carolina Wajnerman dijo...

Cuántas formas de pasar el tiempo y de perderlo que habitan en nosotras...
Gracias guerrera amiga, nos seguimos encontrando entre los aires que están entre nosotras.

Alandroide dijo...

Que al final no haya sido una pérdida de tiempo. Hasta el tiempo mal gastado trae en sí una lección vital en nuestra existencia.

Un gran abrazo querida Ariadna; sé feliz :)

Ariadna Lira dijo...

Colorita: Gracias a ti guerrera que nos llenas de palabras luminosas y de amores multicolor, entre tiempos y distancias...Abrazo y te leo en tu casa!!

Alandroide:Ah que tiempo tan imparcial,gracias por seguir aquí; por cierto:te extraño a ti y a tus mounstritos regreseeeeenn!!Un fuerte abrazo Alan!!