24 de octubre de 2010

HÉCTOR

Un, dos, tres, por Héctor que sigue tambaleándose por las calles.
No hay moño negro en tu puerta
No hay negrura en ninguna mirada.
No hubo lágrimas visibles, no no.
No hubo cámaras de video tras de ti, solo mi memoria persiguiéndote,
imaginando ver lo que veías, un mundo arcaico.
Un mundo real, sí un mundo chueco.
Héctor y sus ojos verdes, exhalar de fuego.
Inhala
Inhala
En un respiro, abur a tu cabello dorado.
¿Cuántas miradas acuchillándote?
¿Cuántos no Héctor?Por una mujer hoguera.
¿Dónde está tu sonrisa retorcida y tu parcial memoria?
Tus tacos y panes de soma.
Vetustos tus soles.
Eres infinito.
Cortometraje de un hombre.
Ya no te veo caminando muerto.
¿Enterraste al fin esas esmeraldas?

2 comentarios:

Leo dijo...

No manches... pensé que sólo eras buena narradora, ahora me doy cuenta que también eres buena hechicera... que hermoso y que poderoso Poema, no cabe duda que lo que sea que hagas lo Haces BIEN...

Muy bueno mi desencarnada hechicera, muy bueno.

"Por una mujer hoguera" uta! ¿cuantas veces no me he querido consumir hatsa las cenizas en esa mujer hoguera?

Ariadna Lira dijo...

Gracias Leoncito,y dirás que parezco trapeador pero creo que solo soy una inútil emotiva ajja que horror.
Ojalá un día escriba tan bien como vos,de verdad.
Te mando un abrazo hasta: No buscamos Venganza sino justicia, donde los vengadores se matan en duelo con los justicieros.