15 de noviembre de 2011

REMOLINO

La felicidad es una nube que cobra la forma de los traumas del loco.




Recién te vi
como un golpe de humo negro
volviste a mi
como un recuerdo llamado
del abismo del olvido.

De pie frente a ti
intenté aletear, invoqué a las alevillas
llamé a la lumbre
y mi núcleo en llama latía a otro ritmo
sin métrica de ti.

Me hundí en una nube
la llama atrajo la polifonía
en el lecho despeñado
de esa caída
mi linfa escarlata en implosión ancestral.

Desmoronada a tu lado
sin razón ni conciencia entiendo al fin
la composición del fragmento, los destinos,
el torbellino demoledor
que al mismo tiempo es libertador.




2 comentarios:

*Gaby* dijo...

Contemplar tus letras en el extraño estado en el que me encuentro, me llena de alegría de esa alegría con pequeños tintes de nostalgia...

Saludos amiga... que siga la fiesta de la pluma y el papel... TQM

Leo dijo...

que bueno que aun no pierdes esa chispa y esa fuerza que me enamoró hace casi 8 años, ya tenia rato que no pasaba por aquí y me encanta verte con eses mismo poderío